Otra noche en una barra conversando con el vino,
ese amigo al que cuenta la historia que ha sufrido.
Esa noche fue distinta, el sabor de las caricias que ella regaló en un baile.
Fue tan dulce y caprichoso que inundó los seis sentidos del segmento visitante.
Como pudo aquella ingrata compartir aquel momento,
de alegría y de lamento con el hombre de otra dama.
Como pudo aquella ingrata compartir aquel momento,
de alegría y de lamento con el hombre de otra dama.
Entre las mil y una telas no vió ni un hilo de vida, solo una sonrisa quieta.
Se vió sola en esa cama que hace nada dos ingenuos compartieron hasta la mañana.
Desde entonces siempre vuelve a esa barra, cada noche, donde llora y sonríe.
No consigue deshacerse de un recuerdo que le ahoga, le atormenta y le reprime.
Como pudo aquella ingrata compartir aquel momento,
de alegría y de lamento con el hombre de otra dama.
Como pudo aquella ingrata compartir aquel momento,
de alegría y de lamento con el hombre de otra dama.
Como pudo aquella ingrata compartir aquel momento,
de alegría y de lamento con el hombre de otra dama.
Como pudo aquella ingrata compartir aquel momento,
de alegría y de lamento con el hombre de otra dama.
4 comentarios:
Niña…perdón por estas eternas ausencias, pero ya sabes como estoy de loca y de atarantada… así que no te ha de extrañar jejeje… pero aquí paso a visitarte para que veas que no me olvido de ti y que siempre que empiezo a escribir el ff me acuerdo de ti y de que tengo que publicar, lo cual, por cierto ya hice… oyeeee FELICIDADES –lo se muy atrasadas- por lo de tu santo…. Que es que apenas me voy enterando sorry…. En fin prometo no desaparecerme tanto otra vez y desde acá te mando muchos besos y abrazos para ti y feliz media semana…
buen post.
Quizá aquella ingrata debería de cambiar de corazón y de cama. Buena prosa y poética.
Espero regresar.
Saludos...
bueno bueno , asi son las cosas :P . io soi la mina i vpoi dnde el wn a sacarle un ojo xD
ahaaha
xD
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