Debemos ser cautos con nuestro accionar ante la naturaleza, después de todo es nuestro único hogar, no hay más que este planeta.
Hoy la madre tierra nos ha vuelto a mostrar que, a pesar de su fragilidad ella es más poderosa que cualquier tecnología, avance científico y, por supuesto, el hombre, un ser tan insignificante, pero tan prepotente y arrogante, que cree que puede superar cualquier embate de la naturaleza y no es así.