Aquí estoy, refugiada en ti como siempre, van a ser ocho años juntas, te he dejado de lado, he intentado desvanecerte, pero ¿Cómo borrar aquello que soy y que es parte de mi?
Sin embargo las cosas empezaron de antes... ¿Once años? Ese lunes soleado de marzo que jamás olvidaré, si mi memoria no falla, yo tenía doce años y no tenía idea como ibas a transformarme.
Cuando empecé este blog escribía para un tercero, es más, empecé este blog para o por o no sé, otra persona... para mi, ahora te escribo a ti, sólo a ti, que eres yo, pero me gusta separarte de mi cotidianidad, porque eres esa parte de mi especial, eso que quiero proteger del mundo... aquello que tan pocos conocen... Mi pequeña hada de la luna.
Y regresamos al título, porque todo empieza en noviembre... hace ocho años, hace tres... ¿Es que todos aquellos que dejen una marca en mi corazón han de entrar en el en esta fecha? Suena como una de esas cosas macabras que le gusta hacer a la vida... pero bueno, soy yo la que saca a todos fuera, de una u otra manera consigo sacarlos a todos fuera... y luego los extraño, como ahora... O quizás solo los recuerdo, los momentos... las sonrisas... su calor... sus increíbles ojos café.
Todo empieza en noviembre...
...y ahí es donde termina