Aquí estoy, después de tanto tiempo, sacando un poco de polvo, bastante en verdad...
Debo reconocerles que debería estar escribiendo un informe, uno de tantos, pero a estas alturas lo único que quiero es descansar un rato... Ha sido un semestre agotador, estoy cansada y un poco nostálgica...
Estos últimos días, me he dedicado a revisar fotos, entradas del blog y, por supuesto, recuerdos, he dado vuelta mis recuerdos, los mejores y los peores, todos esos "fueron" y esos "podrían haber sido", todos esos momentos que cambian el giro de las cosas, todos esos errores que nos templan, nos cambian y nos hacen quienes somos... Todo eso, en un par de días.
¿Por donde empezar? Hay tanto que no les he contado, tanto que se queda en el tintero, tanto que decir... Comenzaré diciendo que los extraño, oh Dios, como extraño esas noches en vela escribiendo para ustedes, leyendo lo que tenían para que leyera, esas noches en que el trasnoche era voluntario y no obligado.
Leyéndome me di cuenta que cambió la forma en la que escribo (y mejoró la ortografía), me di cuenta que aquí está la esencia mía, que más allá de la forma de escribir, de expresarse o el color del fondo del blog, sigue siendo la misma... Mas todo a su alrededor a cambiado, todo está tan diferente. Puedo afirmar con certeza que si a mi yo de hace 6 años (el yo que estaba inaugurando este blog) le dijera en que se va convertir dentro de seis años más, no me creería, ni aunque yo misma me lo dijera.
Y aquí estoy, sacando la vuelta para no estudiar... o esperando que sean las doce, para ver si cambia algo...
¿Lo que más extraño?
El tiempo, cosa preciosa y valiosa, tener tiempo, tiempo para escribir, para leer, para dormir, incluso para aburrirme... Y a ustedes, a los de siempre, los que desde aquí presenciaron los cambios que me forjaron...
Felices 22, princesa Selenia...